ECONOMÍA COLONIAL EN COLOMBIA


la minería colonial en Colombia
El mercantilismo que se desarrolló en Europa llevó a que potencias imperiales como España, desarrollaran en sus colonias de América la extracción de materias primas que garantizaban su mantenimiento en el poder.

En las características de la economía colonial en América podemos encontrar que su principal propósito dentro de las actividades estaba encaminado a la obtención de metales preciosos como el oro y la plata; la acumulación de estos metales le facilitaría a la potencia española la abundancia de dinero, es de esta forma que la minería se convirtió o fue la base de la economía colonial colombiana.
En un segundo lugar se sumó a esta actividad la producción de innumerables productos agrícolas que eran exportados hacia Europa con el fin de proveer los bienes de consumo que en el mercado español no había. Alrededor de estas actividades económicas se tejieron las relaciones de la sociedad colonial, la tenencia y utilización de la tierra, y el establecimiento de zonas específicas para actividades comerciales; la organización económica de la colonia en Colombia estableció la ocupación comercial del territorio de forma particular, por ejemplo, en la región norte colombiana se dio la instauración de diferentes puertos como el de Cartagena, el cual favoreció la dinámica del comercio, en la región central de nuestro territorio se estableció la explotación minera y en la parte sur del Colombia se dio el aprovechamiento de la bondad de los suelos para los cultivos agrícolas.

Ahora bien, hablemos del oro como principal recurso económico del comercio colonial americano, y del apasionamiento que causo en los colonos hasta el punto de conseguirlo sin limitarse a medios; en un principio lo obtuvieron a través del saqueo y después por trueques con los indígenas. Este metal se convirtió en la época de la colonia americana en el artículo de mayor explotación y productividad, y de hecho el Nuevo Reino de Granada (actual Colombia), fue el territorio donde más se obtuvo oro, cerca del 60% de la totalidad del oro que se exportó a Europa se produjo en nuestra región.

Al llegar a América y a nuestro territorio colombiano los colonos españoles lograron grandes motines de este metal al apropiarse de los diferentes tesoros que los grupos indígenas poseían, ya que, estos nativos en muchos de los rituales y en los adornos de sus atuendos de vestir los acompañaban con oro. Al constituir la colonia y hacerse a los objetos de oro visibles, hubo la necesidad entre el siglo XVI y XVII de establecer una forma de extracción del metal, por lo que se acogió la encomienda colonial (política que consistió en entregar un grupo de indígenas a un encomendero, para que este los utilizase en las labores sin pago alguno), y utilizaron la mano de obra indígena en una técnica conocida como mazamorreo; que consistía en mover de manera circular para lavar en una batea de madera la arena que contenía el preciado producto, de esta forma se liberaba el oro a las orillas de los ríos; entre ellos el Magdalena, Cauca y los del actual departamento del Chocó, Antioquia y Caldas.

Al darse un decaimiento demográfico de la población indígena americana debido a las nuevas enfermedades acarreadas por los españoles y que los pueblos nativos desconocían y no pudieron contrarrestar, se le añadió a esto la explotación del metal en minas de veta, ya que, esta labor requería más fuerza y horas de trabajo extenuantes sin alimentación o descanso. La crueldad mostrada por los colonos contra los nativos despertó en fray Bartolomé de las Casas el deseo de defenderles, por lo que propuso sustituir a los aborígenes por negros africanos; su solicitud fue aceptada en 1517 por Carlos V, y un año después hacía atraque el primer barco de negreros en América, para el desembarco de los esclavos. Fue así que se produjo la necesidad de traer mano de labor africana que tiempo después se utilizaría en las diferentes tareas. De esta forma se configuró la sociedad esclavista, pues fue la esclavitud la real base de la economía, dado que el trabajo forzado de los negros e indígenas en la minería y agricultura dejaba grandes dividendos a la corona española.

La mayor parte de las minas de oro se ubicaban en la parte oeste de la Gobernación de Popayán, en los actuales Cáceres, Santa Fe de Antioquia, Remedios, Cartago, Buriticá, Zaragoza y Popayán. Cerca del 20% de la producción que de este metal se obtuviera se debía entregar a la corona española, bajo el nombre de Quinto Real, este fue un impuesto de la colonia en Colombia, tal impuesto que se configuraría como el principal para el erario colonial, debido a la gran abundancia de oro en la Nueva Granada.

Otras actividades comerciales coloniales estuvieron encaminadas a la consecución de plata, y dado al aumento de la población española y de esclavos entre negros e indígenas, fue necesario activar la agricultura para obtener los productos que garantizaran la manutención por lo que se cosechaban fríjoles, papa, yuca, ajís, tomates, plantas medicinales, frutas tropicales y otros productos que eran requeridos en Europa como el  café, cacao, azúcar, tabaco, maíz, algodón, caucho, la vainilla entre otros.

La mano de labor indígena aunque utilizada en menor proporción que la africana siguió prestando servicio a la economía de la colonia en Colombia bajo las actividades de mita y resguardo. En la mita los españoles escogían uno de cada siete indígenas a cambio de un sueldo para que trabajaran durante un año, ya fuese en labores del campo o en las minas. En la actividad mercantil del resguardo, a los indígenas se les entregaba por parte de la corona la posesión de tierras para que estas comunidades nativas trabajaran en ellas.

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