La Rebelión De Los Comuneros de 1781

Manuela Beltrán, rebelión de los comuneros.
Corría el año 1781 en el Virreinato de la Nueva Granada, y las Reformas Borbónicas habían creado un escenario de descontento social jamás antes visto en la región americana, este descontento llevó al levantamiento armado del pueblo granadino; el cual es conocido como la Revuelta de los Comuneros o Rebelión de los Comuneros,  gestado desde la población del Socorro, en el actual departamento de Santander, y de allí propagado a otras regiones del virreinato en especial Antioquia.
La puesta en marcha de reformas económicas y fiscales que cargaron a la población de más impuestos, como a la sal, los juegos de cartas y la restricción del cultivo del tabaco que era uno de los cultivos de mayor producción. Las reformas económicas son tomadas como las causas de la rebelión de los comuneros, dado que todo aquello creó el clima perfecto para el levantamiento armado del pueblo en contra de autoridades locales que se encargaron de la implementación de las reformas dadas por el rey de España Carlos III.

Los cobros de los impuestos se hacían por parte del Visitador Regente, figura designada por la Corona, ya que, esto garantizaba mayor confianza. El visitador designado para La Nueva Granada fue Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres. Tal fue la gran búsqueda de ingresos fiscales por parte de este regente, que resucitó el impuesto de la Armada de Barlovento o gravamen sobre las ventas, este nuevo impuesto golpeó duramente la industria textil de la población santandereana, puesto que, este recaía sobre el algodón crudo y sobre los hilados de algodón que eran la principal materia prima de la producción textil. 

¿Qué fue el movimiento de los comuneros, cuándo sucedió?

La rebelión de los comuneros fue el levantamiento armado del pueblo de la Nueva Granada en 1781; sería el 16 de marzo de aquel año un día para no olvidar en la historia patria, la imagen de una valiente como lo fue Manuela Beltrán, una de las mujeres que marcaron la historia de Colombia al romper el edicto donde se tazaban las nuevas contribuciones que el pueblo debía hacer para la Corona. Se generalizó entonces el grito "Viva el Rey y muera el mal gobierno", pasado este incidente se conformaría la Junta del Común; precedida por Juan Francisco Barbeo Moreno, los hombres y mujeres adeptos al movimientos serían conocidos como comuneros; los cuales exigían una serie de reivindicaciones fiscales y administrativas que los llevarían a marchar hasta la provincia de Santafé (actual Bogotá) para ser escuchados por los gobernantes; a este acontecimiento se le conoce como la insurrección de los comuneros o  rebelión de los comuneros del Socorro.





El regente asustado por aquel gran levantamiento armado comunero huyó hacía Cartagena en búsqueda de ayuda del virrey Manuel Antonio Flórez Maldonado. Ante tal situación se debía impedir la llegada de los cumunes, cerca de 4.000 hombres salieron desde el Socorro y se cree que en el recorrido hacía Santafé la fuerza llegó a ser de 20.000 hombres, por lo que se envió como negociador al arzobispo de Santafé, Antonio Caballero y Góngora, este logró un acuerdo con los comuneros en junio de 1781, que se pactó en las Capitulaciones de Zipaquirá, este acuerdo que recogía el sentir del pueblo al exigir la eliminación de la mayoría de los impuestos.

Los puntos más importantes del acuerdo convenían dar prioridad sobre los españoles a los americanos en la ocupación de algunos cargos, eliminar el impuesto que debían pagar los negros libertos, el impuesto de Barlovento, disminución del impuesto del tabaco y aguardiente, regresar a los indígenas los resguardos y minas de sal, así como la disminución de sus impuestos y eliminación del diezmo para esta población.

Pero como todo aquello había sido una salida desesperada para detener el avance de los comuneros hacía la capital, vendría el incumplimiento por parte del virrey, quien alegando que las capitulaciones habían sido firmadas bajo amenazas, desconoció su legalidad. Mandó desde Cartagena a Santafé un regimiento fijo para retomar la autoridad en esa región, por lo que todo volvió a ser como antes.

Todo aquello volvió a disgustar al pueblo por lo que un segunda revolución de los comuneros se levantó en cabeza de José Antonio Galán, bajo el grito "Unión de los oprimidos contra los opresores", acompañado por Lorenzo Alcantuz, Manuel Ortiz, entre otros. Uno de los hechos por el que más es reconocido Galán dentro del movimiento comunero, es la liberación de varios cientos de esclavos de las minas próximas a Mariquita.
En represalia por parte del gobierno virreinal se ordenó la captura de Galán y sus acompañantes, lo cual fue llevado a cabo en octubre de 1781 y en enero de 1782, los acompañantes de Galán y este recibieron por parte del gobierno castigos ejemplares por haberse levantado en contra del Rey.
Fueron ejecutados, despojados de pies, manos y cabezas, estas últimas fueron dispuestas en jaulas para ser exhibidas en las plazas de la capital y en las regiones donde se había desatado el movimiento rebelde, esta fue una de las formas como murieron algunos de los representantes más relevantes de la revuelta.

Consecuencias del movimiento comunero

En la lista de consecuencias más relevantes del movimiento se destacan: la condena y muerte de varios comuneros, confiscación de sus bienes por parte de las autoridades del gobierno,  reivindicaciones políticas y sociales para los americanos al poder ocupar puestos públicos. Así como también la liberación de esclavos, el restablecimiento de derechos a la tierra de los indígenas.
Los comuneros y la independencia de Colombia guardan una estrecha relación al convertirse en un acontecimiento importante en la historia patria, se toma como un antecedente interno de la independencia de Colombia, pues resalta la valentía del pueblo al levantarse contra la autoridad española y plantear la autodeterminación de poder ser gobernados por criollos americanos.

Comentarios

Publicar un comentario